Los suelos de la montaña están constituidos por una mezcla de elementos finos, cuarcitas, pizarras, recibiendo las vegas que se forman en los valles las continuas aportaciones de las laderas. En El Bierzo, el viñedo se orienta fundamentalmente sobre los suelos de tierra parda húmeda, ligeramente ácidos y por tanto con ausencia de carbonatos, propio de climas húmedos. El Bierzo tiene un microclima muy especial, muy adecuado a los cultivos de la zona. La barrera natural de la Sierra de los Ancares calma el ímpetu de las borrascas atlánticas y genera una climatología continental, con influencia del Océano, apropiada para el cultivo de la vid. Las precipitaciones anuales son de 721 milímetros y la temperatura media de 12,3 ºC, registrándose temperaturas mínimas de 3,6 ºC en los meses fríos y máximas de 23,6 ºC en los meses más calurosos. La insolación media anual se cifra
entre 2.100 y 2.200 horas de sol.
VARIEDADES DE UVA
El Bierzo es una tierra fértil donde se producen diferentes variedades de uvas adaptadas todas ellas a las características de los suelos y el clima. La elaboración de los vinos amparados por la Denominación de Origen deberá realizase exclusivamente con las siguientes variedades: Mencía, Garnacha tintorera,
Godello, Doña blanca y Palomino. La uva Mencía es la variedad tinta principal del Bierzo y representa el 74,5% de la uva que se cultiva en la zona de producción. Variedad poco productiva, brotación precoz y maduración temprana. El racimo es de tamaño pequeño, y medio compacto. Las bayas de tamaño medio, uniformes y color azul-negro. La pigmentación de la pulpa no está coloreada.