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OBSERVACIONES DE LA CATA
A la vista destaca su intenso rojo cereza presentando los mismos reflejos
cereza en el ribete. A la nariz es franco, gratos aromas especiados de
pimienta, frutos rojos y vainilla ligeramente tostada. A la boca es
redondo y bien equilibrado, astringencia suave y untuosa, de lograda
persistencia y en el retronasal confirma los aromas de frutos rojos
maduros.
CONSUMO-GUARDA
Disfrútelo ahora y considere que mantendrá sus cualidades por 5 años más.
GASTRONOMÍA
Disfrute este vino con todo tipo de quesos de medio cuerpo, aves y carnes
blancos en cualquier presentación así como carnes rojas a la parrilla o al
carbón.
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Denominación de origen
Languedoc una viticultura a gran escala.
Francia, al igual que Italia y España, es un país
vitivinícola en su totalidad. La vid crece en más de la
mitad de las regiones. Un millón de hectáreas de viñedos
proporciona uva en cada vendimia, colocando a Francia en
el segundo lugar entre los países productores de vino,
solo Italia produce más vino. Actualmente se bebe mucho
menos vino que hace treinta años pero se consume vino de
mucha mejor calidad.
La Reglamentación
Más de un tercio del vino francés tiene denominación de
origen controlada (AOC). Toda mención que figura en la
etiqueta está regida por la ley y cada botella pertenece a
una categoría precisa, a saber por orden decreciente:
denominación de origen controlada (appellation d’origine
contrôlée, AOC), vinos delimitados de calidad superior (vins
délimités de qualité supérieure, VDQS), vinos del país (vins
de pays) y vinos de mesa (vins de table). |
Antecedentes
En los pueblos vitícolas tradicionales situados entre el
Ródano y la frontera española sopla un viento fresco. En
vez de seguir postrándose ante las famosas cosechas de
Burdeos y Borgoña, los viticultores del Midi,
el mediodía geográfico de Francia, se han puesto manos a
la obra y elaboran vinos de excelente calidad. La
viticultura en el extremo más meridional de Francia
experimentó su época de máximo esplendor bajo el dominio
de los romanos, con la decadencia de este basto imperio,
la viticultura perdió su importancia regional. El
siguiente antecedente importante nos lleva hasta épocas
actuales cuando a inicios de 1980 se crearon los Vin de
Paya d’ Oc, un vino de mesa regional y con garantía de
calidad. El secreto a voces de los bodegueros consistió en
aplicar las técnicas más modernas en el proceso de
elaboración: controles de temperatura y fundamentalmente
limitar los rendimientos para lograr vinos sorprendentes
con un carácter mediterráneo, único en su género.
La región
En el todavía gigantesco mar de viñedos del Languedoc,
actualmente son más de 460,000 hectáreas dedicadas al
cultivo de la vid, destaca Coteaux du Languedoc ya que
reúne en tan solo 4,800 hectáreas doce territorios que al
margen de su tamaño, tienen identidad propia debida a sus
peculiaridades naturales y también, en la mayoría de los
casos, a su anterior reputación. La zona vitivinícola
empieza al sur de Nimes y finaliza en Narbonne. Se
extiende a lo largo de 130 km a lo largo del mediterráneo
y 50 km hacia el interior. Abarca viñedos y suelos muy
diversos en 168 municipios. Todos ellos tienen en común,
además de la historia, su estructura política, el sol y el
viento, y por supuesto las variedades de uva tinta. El
éxito clamoroso, aunque aún extraoficial, de los vinos
varietales de syrah, se extiende incluso a los vins de
pays.
VINS DE PAYS
Estos vinos, que representan cerca del 15% de la
producción francesa, constituyen una categoría especial de
vinos de mesa más cercana a los vinos de AOC (Appellation
d’Origine Contrôlée). Proceden de lugares específicos y
están elaborados según normas muy estrictas. En muchas
zonas del país, las regiones de AOC y de vinos del país se
superponen, y estos últimos permiten innovaciones. |